PREDICAR QUE LA CRUZ ES MALDITA ES ATACAR EL CORAZÓN DEL BAUTISMO.

El Bautismo instituido por Jesucristo se entiende y se vive es en la cruz de Cristo tal como lo revelan las Escrituras en Mc 10,35-40; Lc 12,50, y como lo testimonia el gran San Ambrosio (340?-390 d.C): “Considera donde eres bautizado, de donde viene el Bautismo: de la cruz de Cristo, de la muerte de Cristo. Ahí está todo el misterio: Él padeció por ti. En Él eres rescatado, en Él eres salvado” (1).

Veamos lo que está escrito en la Palabra de Dios:

Mc 10, 35-40:

"Se acercan a él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: "Maestro, queremos nos concedas lo que te pidamos." 
Él les dijo: "¿Qué queréis que  os conceda?" 
Ellos le respondieron: "Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda." 
Jesús les dijo: "No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?" 
Ellos le dijeron: "Sí, podemos." Jesús les dijo: "La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado; 

pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado."

Lc 12, 50:

"Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla!" 

Creo que son muchísimos que no están aún enterados de que al ser adversarios de la cruz también lo están siendo del bautismo instituido por Jesucristo; no se dan cuenta de cómo Satanás los pone a enfrentar y adversar su mismo camino de salvación. Necesitan auxilio en la fe.

(1) Catecismo de la Iglesia Católica, 1225.