GUÍA BÍBLICA PARA RECIBIR A JESUCRISTO
Un regalo que CAMBIARÁ tu vida...
<<Etíope>>
(IV Edición)
Útil para unir a los cristianos
y aclarar tus dudas en la fe católica...
CONOCE TU FE,
ASÍ PODRÁS CONOCER Y AMAR A JESUCRISTO
Nadie logra amar a quien no conoce bien.
Elaborada por: Padre HÉCTOR PERNÍA, sdb (Mfd)
Marzo - 2012
HERMANOS ESPERADOS,
… no es que los Católicos
están en un camino equivocado;
es que muchos están desinformados.
HERMANOS CATÓLICOS,
… no es que los Hermanos Esperados
están muy preparados;
es que están muy mal informados.
AVERÍGUALO…, Y LO COMPROBARÁS…!
(Diálogo inspirado en el encuentro
entre el Etíope y Felipe en Hch 8, 26-40)
ETÍOPE rompe su silencio y se desahoga:
“No me gusta andar adivinando o probando suerte yendo a todos los lugares de
culto para ver cuál es esa Iglesia. En el mundo hay miles de sectas y todas
dicen ser iglesias y cada una dice ser la verdadera y la única Iglesia de
Jesucristo. Dime, Felipe… ¿Tú sabes cuál es esa Iglesia que Jesucristo fundó?
FELIPE: Etíope,
no tienes por qué dar muchas vueltas ni angustiarte para encontrarle respuesta
a tu pregunta. Ve a Jesucristo, porque Él mismo dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6). Sigue lo que Jesucristo te diga y jamás te
perderás, pues si te pones a hacerle caso a todo lo que digan por ahí nada te
podrá garantizar el camino verdadero. Sigue a Jesucristo, Él mismo te guiará
con su Palabra, que es sincera, y te mostrará cuál es y dónde está SU IGLESIA.
Sigue con fiel atención lo que Él te va a ir diciendo en cada una de estas
citas bíblicas:
LAS BASES DE LA IGLESIA Y EL PRIMADO
DE PEDRO:
Dice san Pablo en Ef 2,20: “Ustedes están
cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya
piedra angular es Cristo Jesús”. En Jn
1,42 vemos a Jesucristo cambiándole el nombre a Simón por Cefas (Pedro)
y la profundidad y solemnidad con que lo hace es tal que resulta evidente el
cambio de identidad y de misión (Mt
16,18); el humilde pescador es
constituido ahora y confirmado como PIEDRA (Mt 16,18), como BASE (Ap
21,14), como PASTOR SUPREMO (Jn
21,15-17). A él se le es entregado el primer puesto (Hch 1,15; 2,14; 15,1ss;
Gál 1,18; 2,2-10; entre otros). Ahora
bien, como leímos en el tema anterior, Jesús no sólo confirma a Pedro en la
misión, también le adelanta que será objeto de ataques y le garantiza la
promesa de su protección (Lc 22,31-33).
ETÍOPE: Ahora
entiendo mejor. En estos pasajes nuestro Señor está dando varios pasos al mismo
tiempo para comenzar su Iglesia y poner al Apóstol Pedro al frente de ella: le
exige sinceridad, le examina su firmeza y su fidelidad y también le ratifica lo
que ya le había encomendado en Mt
16,15-20.
FELIPE: Jesús ya había comprobado con anterioridad la
firmeza de Pedro en el discipulado, a pesar de sus debilidades humanas (Mt 16,22).
ETÍOPE:
Me conmueve y me deja sin palabras el ejemplo de fe, de humildad y obediencia de
Pedro al no haber abandonado el Camino habiendo tenido una buena explicación
para hacerlo.
FELIPE: A mí también me conmueve,
Etíope. Siento que mi corazón quiere orar. ¿Me acompañas?
ETÍOPE: Por supuesto.
JUNTOS
(Felipe
y Etíope):
Ahora sé a dónde debo ir
a buscar la
Iglesia de Jesucristo.
Debo buscar a Pedro, pues sobre su persona
y apostolado
Jesucristo instituyó su Iglesia;
a la cual debo estar unido
para estar
totalmente seguro
de no andar por caminos equivocados.
Buscaré al actual sucesor
de este Apóstol,
y donde lo encuentre me quedaré.
Gracias por tu ayuda,
Felipe. No sabes cuánto agradezco lo que
estás haciendo por mí.
FELIPE: Hay más. En Mt 16,19
Jesús le entrega a Pedro las llaves del Reino de los cielos y en los siguientes
pasajes veremos la relevancia de Pedro sobre los demás Apóstoles: Jn
1,41-42; Lc 22,31-32; Jn
20,2-8; Hch 2,14-41; 5,1-11.
Acércate,
amigo Etíope; hagamos juntos esta ORACIÓN:
“Señor, eres admirable
en el acompañamiento
que le brindaste
a quien le dieras las llaves del Reino de los Cielos (Mt 16,19).
Luego de mucho conocerlo, prepararlo,
corregirlo, probarlo,
confrontarlo, purificarlo;
Tú sabes encontrar el momento más oportuno
para
confiarle lo que a cualquier humano
puede llegar a sorprender,
porque así son
siempre tus pensamientos.
Siempre sorprenden a los nuestros,
a nuestra lógica:
escogiste a Simón, a quien llamaste Pedro,
como la piedra desde donde
levantarías tu Iglesia.
Siguiendo con detenimiento tu Palabra
(Jn 1,41-42; Lc 22,31-32; Jn
20,2-8;
Hch 2,14-41; 5,1-11)
reconozco la notable relevancia que tiene Pedro
entre los Doce
Apóstoles
y sólo confirmo que debo hacer lo mismo
que hacían los primeros
cristianos:
sin mirar atrás seguiré siempre
como lugar y sitio de tu Iglesia
a
Pedro y a sus legítimos sucesores,
Amén”.
El origen de la Iglesia Católica:
La Iglesia que Cristo fundó (1ra Parte):
2da Parte:
3ra Parte:
La verdadera Iglesia de Cristo (Conferencia) 1ra Parte...
2da Parte:
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