sábado, 28 de mayo de 2011

EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN ESTÁ EN LA BIBLIA, La Iglesia Católica no inventa.


VÉALO USTED MISM@... en HECHOS 8, 14 - 25
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén tuvieron noticia de que los samaritanos habían aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo, ya que todavía no había descendido sobre ninguno de ellos y sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Pero entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.
Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se transmitía el Espíritu, les ofreció dinero, diciendo: “Denme a mí también ese poder, de modo que a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo.”
Pedro le contestó: “¡Al infierno tú y tu dinero! ¿Cómo has pensado comprar el Don de Dios con dinero? Tú no puedes esperar nada ni tomar parte en esto, porque tus pensamientos no son rectos ante Dios. Arrepiéntete de esa maldad tuya y ruega al Señor que perdone tus intenciones, ojalá lo haga. Porque en tus caminos solamente veo amargura y lazos de maldad.” Simón respondió: “Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no venga sobre mí nada de lo que han dicho.”
Pedro y Juan dieron testimonio y, después de predicar la Palabra del Señor, volvieron a Jerusalén. Por el camino evangelizaron varios pueblos de Samaria.

Varios detalles....

No lo hizo el mismo Felipe. Se nota la gran importancia y trascendencia de este Sacramento que en Jerusalén los Apóstoles se reunieron y eligieron a Pedro y a Juan para que fueran a administrarlo. Igualmente, hoy no lo hacemos los sacerdotes, está reservado para los Obispos la administración de la Confirmación, y aquellos sacerdotes que hayan sido autorizados por el Obispo para la ocasión y necesidad específica que el Obispo lo considere.

Ya habían recibido el bautismo, incluso el tal Simón, que pretendia darle dinero a Pedro y a Juan para que también le impusieran las manos y le dieran el mismo poder de Felipe. Se evidencia la necesidad, después del bautismo, de un nuevo sacramento, un nuevo paso en la vida del discípulo: recibir de manos de uno de los Apóstoles el Espíritu Santo.

Se percibe, con el caso del tal Simón, que el bautismo tiene el fin incorporación a la comunidad cristiana, el perdón de los pecados y de la iniciación en la fe. Se le nota por sus errores y su desviada intención ante Pedro y Juan, que habiendo recibido el perdón de todos los pecados aun no ha madurado su fe. Ya siendo bautizado, Pedro y Juan no lo ven aun preparado para la Confirmación con el Espíritu Santo.


2 comentarios:

  1. interesante estos temas adelante con la defensa de la anglesita catolica

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  2. En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, amén.
    ¡Oh Jesús, Sacerdote eterno! Guarda a tus sacerdotes al abrigo de tu corazón. Guarda sin mancha sus manos consagradas, que diariamente tocan tu Santo Cuerpo, y guarda limpios sus labios teñidos con tu propia Sangre.
    Bendice sus trabajos y que el fruto de sus desvelos sea la salvación de muchas almas, que serán su consuelo aquí y su corona eterna, amén.

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