DICEN: “EL BAUTISMO DE NIÑOS ES FALSO E INVÁLIDO.” ¿Dicen la verdad?

En la misma Biblia hay evidencias de bautizos de familias completas, lo que incluye también niños: 

Hch 16,14-15: "Una de ellas, llamada Lidia, vendedora de púrpura, natural de la ciudad de Tiatira, y que adoraba a Dios, nos escuchaba. El Señor le abrió el corazón para que se adhiriese a las palabras de Pablo. 

Cuando ella y los de su casa recibieron el bautismo, suplicó: "Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid y hospedaos en mi casa."

Hch 16,33: "En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo y les lavó las heridas; inmediatamente recibió el bautismo él y todos los suyos. 

Les hizo entonces subir a su casa, les preparó la mesa y se alegró con toda su familia por haber creído en Dios". 

Hch 18,8: "Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y otros muchos corintios creían y, al oír a Pablo, se bautizaban." 

1Cor 1,16: "¡Ah, sí!, también bauticé a la familia de Estéfanas. Por lo demás, no creo haber bautizado a ningún otro."

Está escrito en Col 2,11-12 que el bautismo reemplaza la antigua circuncisión, la cual estaba ordenado se hiciera al octavo día de nacido (Gn 17,12; 21,3-4; Lv 12,3; Lc 2,21); lo que equivale a inferir que a los niños se les puede bautizar a esa edad. 

Leamos lo que dice Col 2, 11-12: 

"En él [en Cristo] también fuisteis circuncidados no con circuncisión quirúrgica, sino mediante el despojo del cuerpo carnal, por la circuncisión en Cristo. Sepultados con él en el bautismo, con él también habéis resucitado por la fe en la fuerza de Dios, que lo resucitó de entre los muertos." 

Al negarle a un niño el bautismo se le está negando de todo lo que dicen las Escrituras que este Sacramento le confiere a una persona: (1)  

2Co 5,17: "una nueva creación"; 

Ga 4,5-7: un “engendrado en Cristo como hijo adoptivo de Dios”; 

2Pe 1,4: que ha sido hecho "partícipe de la naturaleza divina"; 

1Co 6,15; 1Co 12,27: “miembro de Cristo”; 

Rm 8,17: “coheredero con Cristo en virtud de tener su mismo Espíritu” ;

1Co 6,19: y "templo del Espíritu Santo.” 

Negarle a los niños el bautismo es desobedecer y contrariar a Jesucristo que sí recibe a los niños (Mc 10,14) y los incluye cuando instituye el Sacramento (Mt 28,18-20) (universalidad del Bautismo).  Cuando bautizamos a un niño le damos el más grande y el más hermoso de los regalos: PERTENECERLE A CRISTO (1Cor 6,19-20) (2).

1) Catecismo de la Iglesia Católica 1265

2) Ibid. 1269.