Letra de la Canción:
JESUCRISTO MEDIADOR
(Autor e intérprete: P. Héctor Pernía, sdb (Mfd)
EN APOCALIPSIS OCHO, DEL TRES AL CUATRO.
ESTA ESCRITO QUE EN EL CIELO ESTÁN
LOS SANTOS INTERCEDIENDO ANTE EL SEÑOR POR NOSOTROS.
SON NUESTROS AMIGOS, NOS LLEVAN HACIA DIOS.
ESTAMOS EN CRISTO DESDE EL BAUTISMO;
YO LE PERTENEZCO, YA LE RECIBÍ.
CUANDO CRISTO MEDIADOR ORA AL PADRE
LO HACE CON SU IGLESIA; CUERPO SUYO ES.
Mira a María en las Bodas de Caná,
a Cristo intercediendo por su pueblo.
Mira a Moisés mediando él también
en el Horeb y a través del desierto.
COHEREDEROS DE SU MISMO ESPÍRITU,
TODOS PARTICIPAMOS DE SU MEDIACIÓN.
SI PERMANECEMOS UNIDOS AL SEÑOR,
FIELES AL BAUTISMO, HACIENDO SIEMPRE EL BIEN.
AL PEDIRLE A LOS SANTOS SU INTERCESIÓN
LE ESTOY PIDIENDO A CRISTO SU MEDIACIÓN;
POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, ELLOS SON
SU TEMPLO, SU CUERPO Y SU GLORIA, AMÉN.
LOS SANTOS: EJÉRCITOS DE
JESUCRISTO.
Los santos constituyen un
poderoso ejército de Jesucristo contra Satanás, pues
son hombres y mujeres que lo vencieron por la gracia de Jesucristo y ahora
conforman una poderosa legión para proteger las almas de quienes se confían y
encomiendan a su cuidado.
¿Habrá sido por esta misma protección que las
parroquias y tantas asociaciones católicas tienen a un santo como patrono? Y no solamente eso, sino que también provocan
intensamente a abrir el corazón a Jesucristo a quienes les van conociendo sus
testimonios de vida. Me atrevería a decir que han sido los Santos los mejores
intérpretes de las Sagradas Escrituras que ha tenido la Iglesia. Los santos son
una enorme ayuda contra Satanás, con la cual contamos los católicos; pero
nuestros hermanos esperados la rechazan.
Al igual que en el Antiguo Testamento Abraham,
Moisés, David, Ezequías, y otros, eran punto de referencia para identificar al
Dios único y verdadero en medio de muchos pueblos y religiones paganas
politeístas; en nuestro tiempo, después de más de dos mil años del nacimiento
de Jesucristo, y en todas las épocas, los Santos son y serán la brújula o
referencia para encontrar la verdadera Iglesia de Jesucristo entre las miles de
confesiones “cristianas” existentes. Llegaremos tal vez a la necesidad de decir:
“yo creo en el Jesucristo de San
Francisco de Asís”; “yo creo en el Jesucristo de San Juan Bosco, … de la Madre
Teresa de Calcuta, …de san Antonio de Padua, …de San Ignacio de Loyola, entre
otros.
“Yo soy el camino, la verdad y la vida”, dice el Señor.
Pero, ¡Qué difícil y confuso les resulta a muchos encontrar ese camino en medio de ese supermercado de <<Jesuses>> que prolifera por todas partes.
¿Cuál es el auténtico? ¿Quién dice la verdad? Cuando un grupo excursionista
quiere subir una montaña necesita guías con experiencia que conozcan el camino
verdadero hasta el sitio donde quieren llegar. Necesitamos santos que guíen al
pueblo hoy y que disipen con su santidad de vida y con la claridad de la verdad
en sus palabras, la doctrina verdadera de QUIÉN ES JESUCRISTO. Ellos han sido
lo que fueron Abrahán, Isaac y Jacob para nuestros antepasados.
Los Santos fundadores de Congregaciones e Institutos Religiosos.
En sus momentos estos fundadores mostraron y movieron a muchas
almas a recorrer el camino verdadero hacia Jesucristo. ¿Quién lo hará hoy? La vida
religiosa le ha aportado a la Iglesia siempre esta renovación… ¿En Venezuela, en tu país, hoy de dónde vendrá?
RETADOS Y OBLIGADOS POR LA REALIDAD A BUSCAR LA SANTIDAD.
Presenciamos
hoy una avasalladora ola de fragmentación del rostro y la persona de
Jesucristo. EL fenómeno de la Nueva Era, de destruir y romper todos los
relatos, ha alimentado en gran medida la preocupante multiplicación de sectas
protestantes. En ellas se perciben curiosísimas coincidencias con características
muy propias y pertenecientes de la Nueva Era. Podemos mencionar, entre ellas:
la relatividad de todo, el subjetivismo como punto de partida para todo. “El evangelio según san yo”. “No me importa lo que esté escrito o lo que
haya dicho el Señor, importa lo que yo siento y lo que yo digo”. También
aparece la preeminencia de lo sensorial: “no
importa lo que cada quien crea sobre Jesucristo, lo que importa es que cada uno
se sienta bien”.
Es incontable el número de caminos que hoy se le ofrece
a las personas para darle sentido y respuesta a las preguntas más profundas de
su vida: la santería, el yoga, el tarot,
la santería, la new age, el gnosticismo, la masonería, ideologías políticas,
etc. Miles se sectas han surgido y no hay una sola que se presente como secta…
todas dicen ser la Iglesia de Cristo, todos se llaman cristianos, estando cada
quien con un concepto y un camino hacia Cristo diferente.
La superficialidad, propia de esta corriente de la Nueva Era, ha movilizado a la mayoría a buscar la respuesta al sentido de sus vidas en propuestas de felicidad fugaces, efímeras, semejantes al resplandor de luces de los fuegos artificiales: se encienden de momento y se evaporan pronto. Y justo, porque no podrán ofrecerle a las personas la plenitud y porque con el repetirse de las desilusiones aumentarán los síntomas de la depresión, el hastío, el desencanto, el agotamiento, el aburrimiento, es que con mayor intensidad pueden llegar a resplandecer los ejemplos y testimonios de santidad que a su paso las nuevas generaciones puedan encontrar. Nunca el ser humano perderá la natural inclinación a la admiración y asombro por lo auténtico, lo sincero, lo verdadero y lo hermoso; en otras palabras, siempre será cautivador ante los hombres los ejemplos de santidad que puedan conocer.
Gravemente penetra en
las filas de muchos consagrados y sacerdotes el relativismo: “el todo me da igual”. La unidad de los
cristianos preocupa una sola semana al año (el octavario) y el clamor de Cristo
llamando a “Que todos seamos uno” (Jn 17,21) se hace más lejano. Progresivamente a como se
van volviendo híbridos los católicos, más se van sumando filas en el protestantismo y
va creciendo más y más el ateísmo. Parece que así como las tribus de
Israel le fueron infieles a Dios y sólo quedó siendo fiel pequeño
resto de Israel, la tribu de Judá; así parece que nos preparamos a ver en el
advenimiento de los próximos años el pequeño resto de Católicos… la pequeña
minoría entre los llamados cristianos entre miles de sectas.
Para la reflexión:
¿Soy camino hacia Cristo para quienes me conocen o soy un
híbrido?
¿Soy propuesta viva de Jesucristo para el mundo actual?
¿El Cristo que
yo reflejo es el del Evangelio o está lejos de él?
¿Conozco y enseño con
claridad la auténtica doctrina que Jesucristo enseñó a los Apóstoles y que la
Iglesia Católica ha custodiado y predicado por siglos?
¿Conozco realmente al
Señor o tengo de Él muchas dudas e interrogantes…?
¿Cuáles son esas dudas e
interrogantes en la fe?
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