martes, 28 de agosto de 2012

RETADOS Y OBLIGADOS POR LA REALIDAD A BUSCAR LA SANTIDAD



Letra de la Canción: 
JESUCRISTO MEDIADOR 
(Autor e intérprete: P. Héctor Pernía, sdb (Mfd)


EN APOCALIPSIS OCHO, DEL TRES AL CUATRO. 
ESTA ESCRITO QUE EN EL CIELO ESTÁN

LOS SANTOS INTERCEDIENDO ANTE EL SEÑOR POR NOSOTROS.

SON NUESTROS AMIGOS, NOS LLEVAN HACIA DIOS.

ESTAMOS EN CRISTO DESDE EL BAUTISMO;
YO LE PERTENEZCO, YA LE RECIBÍ.
CUANDO CRISTO MEDIADOR ORA AL PADRE
LO HACE CON SU IGLESIA; CUERPO SUYO ES.

Mira a María en las Bodas de Caná,
a Cristo intercediendo por su pueblo.
Mira a Moisés mediando él también
en el Horeb y a través del desierto.

COHEREDEROS DE SU MISMO ESPÍRITU,
TODOS PARTICIPAMOS DE SU MEDIACIÓN.
SI PERMANECEMOS UNIDOS AL SEÑOR,
FIELES AL BAUTISMO, HACIENDO SIEMPRE EL BIEN.

AL PEDIRLE A LOS SANTOS SU INTERCESIÓN
LE ESTOY PIDIENDO A CRISTO SU MEDIACIÓN;
POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, ELLOS SON
SU TEMPLO, SU CUERPO Y SU GLORIA, AMÉN.





LOS SANTOS: EJÉRCITOS DE JESUCRISTO.

Los santos constituyen un poderoso ejército de Jesucristo contra Satanás, pues son hombres y mujeres que lo vencieron por la gracia de Jesucristo y ahora conforman una poderosa legión para proteger las almas de quienes se confían y encomiendan a su cuidado.

¿Habrá sido por esta misma protección que las parroquias y tantas asociaciones católicas tienen a un santo como patrono? Y no solamente eso, sino que también provocan intensamente a abrir el corazón a Jesucristo a quienes les van conociendo sus testimonios de vida. Me atrevería a decir que han sido los Santos los mejores intérpretes de las Sagradas Escrituras que ha tenido la Iglesia. Los santos son una enorme ayuda contra Satanás, con la cual contamos los católicos; pero nuestros hermanos esperados la rechazan.

Al igual que en el Antiguo Testamento Abraham, Moisés, David, Ezequías, y otros, eran punto de referencia para identificar al Dios único y verdadero en medio de muchos pueblos y religiones paganas politeístas; en nuestro tiempo, después de más de dos mil años del nacimiento de Jesucristo, y en todas las épocas, los Santos son y serán la brújula o referencia para encontrar la verdadera Iglesia de Jesucristo entre las miles de confesiones “cristianas” existentes. Llegaremos tal vez a la necesidad de decir: “yo creo en el Jesucristo de San Francisco de Asís”; “yo creo en el Jesucristo de San Juan Bosco, … de la Madre Teresa de Calcuta, …de san Antonio de Padua, …de San Ignacio de Loyola, entre otros.

“Yo soy el camino, la verdad y la vida”dice el Señor. 

Pero, ¡Qué difícil y  confuso les resulta a muchos encontrar ese camino en medio de ese supermercado de <<Jesuses>> que prolifera por todas partes. ¿Cuál es el auténtico? ¿Quién dice la verdad? Cuando un grupo excursionista quiere subir una montaña necesita guías con experiencia que conozcan el camino verdadero hasta el sitio donde quieren llegar. Necesitamos santos que guíen al pueblo hoy y que disipen con su santidad de vida y con la claridad de la verdad en sus palabras, la doctrina verdadera de QUIÉN ES JESUCRISTO. Ellos han sido lo que fueron Abrahán, Isaac y Jacob para nuestros antepasados.

Los Santos fundadores de Congregaciones e Institutos Religiosos.

En sus momentos estos fundadores mostraron y movieron a muchas almas a recorrer el camino verdadero hacia Jesucristo. ¿Quién lo hará hoy? La vida religiosa le ha aportado a la Iglesia siempre esta renovación… ¿En Venezuela, en tu país, hoy de dónde vendrá?

RETADOS Y OBLIGADOS POR LA REALIDAD A BUSCAR LA SANTIDAD

Presenciamos hoy una avasalladora ola de fragmentación del rostro y la persona de Jesucristo. EL fenómeno de la Nueva Era, de destruir y romper todos los relatos, ha alimentado en gran medida la preocupante multiplicación de sectas protestantes. En ellas se perciben curiosísimas coincidencias con características muy propias y pertenecientes de la Nueva Era. Podemos mencionar, entre ellas: la relatividad de todo, el subjetivismo como punto de partida para todo. “El evangelio según san yo”. “No me importa lo que esté escrito o lo que haya dicho el Señor, importa lo que yo siento y lo que yo digo”. También aparece la preeminencia de lo sensorial: “no importa lo que cada quien crea sobre Jesucristo, lo que importa es que cada uno se sienta bien”.

Es incontable el número de caminos que hoy se le ofrece a las personas para darle sentido y respuesta a las preguntas más profundas de su vida:  la santería, el yoga, el tarot, la santería, la new age, el gnosticismo, la masonería, ideologías políticas, etc. Miles se sectas han surgido y no hay una sola que se presente como secta… todas dicen ser la Iglesia de Cristo, todos se llaman cristianos, estando cada quien con un concepto y un camino hacia Cristo diferente.

La superficialidad, propia de esta corriente de la Nueva Era, ha movilizado a la mayoría a buscar la respuesta al sentido de sus vidas en propuestas de felicidad fugaces, efímeras, semejantes al resplandor de luces de los fuegos artificiales: se encienden de momento y se evaporan pronto. Y justo, porque no podrán ofrecerle a las personas la plenitud y porque con el repetirse de las  desilusiones aumentarán los síntomas de la depresión, el hastío, el desencanto, el agotamiento, el aburrimiento, es que con mayor intensidad pueden llegar a resplandecer los ejemplos y testimonios de santidad que a su paso las nuevas generaciones puedan encontrar. Nunca el ser humano perderá la natural inclinación a la admiración y asombro por lo auténtico, lo sincero, lo verdadero y lo hermoso; en otras palabras, siempre será cautivador ante los hombres los ejemplos de santidad que puedan conocer.

Gravemente penetra en las filas de muchos consagrados y sacerdotes el relativismo: “el todo me da igual”. La unidad de los cristianos preocupa una sola semana al año (el octavario) y el clamor de Cristo llamando a “Que todos seamos uno” (Jn 17,21) se hace más lejano. Progresivamente a como se van volviendo híbridos los católicos, más se van sumando filas en el protestantismo y va creciendo más y más el ateísmo. Parece que así como  las tribus de Israel le fueron infieles a Dios y sólo quedó siendo fiel pequeño resto de Israel, la tribu de Judá; así parece que nos preparamos a ver en el advenimiento de los próximos años el pequeño resto de Católicos… la pequeña minoría entre los llamados cristianos entre miles de sectas.

Para la reflexión
¿Soy camino hacia Cristo para quienes me conocen o soy un híbrido? 

¿Soy propuesta viva de Jesucristo para el mundo actual? 

¿El Cristo que yo reflejo es el del Evangelio o está lejos de él? 

¿Conozco y enseño con claridad la auténtica doctrina que Jesucristo enseñó a los Apóstoles y que la Iglesia Católica ha custodiado y predicado por siglos? 

¿Conozco realmente al Señor o tengo de Él muchas dudas e interrogantes…? 

¿Cuáles son esas dudas e interrogantes en la fe?

No hay comentarios:

Publicar un comentario