martes, 25 de octubre de 2011

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO por la Unidad de los Cristianos


INVOCAMOS EL ESPÍRITU SANTO

Ven Espíritu Santo,
tú que guías la Iglesia de Jesucristo
y que haces nuevas todas las cosas;
tú que vences los límites 
y penetras los corazones,
enciende nuestras vidas con el ardor de tu presencia.
Envía tus lenguas de fuego sobre tu elegido,
nuestro Papa Benedicto XVI.
Conduce las mentes y los corazones de todos los Obispos,
haz que sean siervos dóciles a tus inspiraciones.
Especialmente te encomendamos
a nuestro Obispo N. (nombras el Obispo de tu Diócesis)
y a los sacerdotes párrocos
que guían nuestras comunidades cristianas.

Oh Espíritu Santo, gran vencedor de toda dificultad,
así como derribaste de su error y su ceguera a Saulo
en su camino a Damasco
cuando perseguía a los hijos de tu Iglesia;
tú que soplas donde quieres
y vas a donde menos lo imaginamos,
ven con el fuego irresistible de tu amor
y haz desaparecer la oscuridad de la tiniebla de quienes
dividiendo la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo,
se han hecho pastores con sus propias doctrinas 
para nuevamente perseguir a la Esposa del Cordero.

Ven, oh Espíritu Santo,
y renueva los cimientos de la fe en cada católico;
haz sentir en nuestros propios cuerpos
el grito y el dolor agónico de nuestro Señor Jesucristo
por cada miembro de su Cuerpo que se desprende
haciendo apostasía del Bautismo que ya había recibido
por siempre y para siempre.

Perdona en nosotros 
y en todos los miembros de tu amada Iglesia
la indiferencia y la frialdad
con que actuamos
ante cada hermano nuestro 
que se ha separado de nuestra fe católica.
Perdónanos el miedo, la cobardía y la desidia;
perdónanos la mediocridad.
Perdona el amor perdido.
Perdónanos los Sacramentos olvidados.
Perdónanos al prójimo ignorado.
Perdónanos cada hermano separado.

Ven a tomarnos nuevamente;
llévanos por la senda de la verdad y del amor.
Espíritu Santo consolador,
ayuda a sostener en su fe
a quienes dan hoy su vida por la Iglesia.
Haz resplandecer
el poder de la presencia de nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de todos los templos
donde día a día se celebra el santo sacrificio de la Eucaristía.
La cruz de nuestro Salvador les de poder y fuerza
para superar las pruebas en la fe 
a todos quienes entregan sus energías
a Conocer, Defender y Difundir
la doctrina del Evangelio
que tu revelaste y confiaste a los apóstoles.
San Francisco de Sales,
insigne héroe escogido por Jesucristo 
para traer a Casa a nuestros hermanos esperados,
nos acompañe con su ejemplo y su intercesión.
María Santísima nos abrace
con su maternal y poderosa protección. Amén.

1 comentario:

  1. Me uno a la oraciòn, ya que en estos tiempos , el mundo se convulsiona ante el pecado , que la humanidad ha hecho creer que es algo noral y natural y que o pasa nada ni tiene consecuencias, ¡ QUE TRISTE EL PENSAMIENTO DEL HOMBRE QUE NO ACTUA ANTE EL PECADO Y SE QUEDA INDIFERENTE O PEOR AUN SE CONVIERTE EN CÒMPLICEDEL MISMO, BAJO EL ARGUMENTO DE QUE TODO MUNDO LOHACE, LO QUE NO SABE ES QUE NO TODO EL MUNDO SE SALVARA SI SIGUE POR ESOS CAMINOS.

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