sábado, 25 de junio de 2011

EL ALMA ES COMO UN VEHÍCULO, SIN LA GASOLINA DE LA EUCARISTÍA, NO MARCHA, NO ANDA, SE QUEDA EN EL CAMINO.

Nuestra fe se sostiene de la Eucaristía...
y se parece a una estación de servicio
para abastecer de gasolina los vehículos... (Nosotros)

Si andas mucho en la calle de todos los días
el tanque de combustible de fuerza para vivir
se te va a ir agotando poco a poco
y llegará un momento en que no podrás andar más...

La estación de servicio
donde nos suministramos de Gracia es
la EUCARISTÍA, la SANTA MISA.

CUERPO Y SANGRE DE CRISTO...
el Combustible más poderoso
que se haya podido conocer...
echará a andar tu carro de la vida.

La PALABRA DE DIOS
será tu manual de conducción en todo tipo de terreno.
El sacerdote, en la homilía,
te la ayuda a comprender mejor
 para que le saques mejor provecho
al volante que está en tus manos.

No te confies de que tu combustible interior
te va a dar para mucho...
Pon primero a Dios y todo se te dará por añadidura...

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