sábado, 23 de marzo de 2013

DICEN: “ESO DE LOS SACERDOTES Y DEL CELIBATO NO ESTÁ EN LA BIBLIA”.


CANCIÓN: LA IGLESIA DE CRISTO
Autor y intérprete: Padre Héctor Pernía, sdb.

Para el vino nuevo puso odres nuevos; 
a una Iglesia nueva, sacerdotes nuevos. 
Él no la fundó entre odres viejos; 
escogió entre muchos a los doce Apóstoles.

Les dio el vino nuevo: era su Palabra; 
y en Pentecostés les sopló su Espíritu. 
A la misma Iglesia que Pablo perseguía 
Ignacio de Antioquía la llamó Católica.

A un hombre pescador Cristo lo llamó; 
le cambió su nombre, le dio su misión: 
tú serás la piedra para fundar mi Iglesia; 
tú tendrás las llaves de todo mi Reino.

Su iglesia es Católica, Él también lo es: 
su amor es para todos, Él es universal. 
A todos los pueblos, a todos los tiempos, 
Él envió a su Iglesia sobre odres nuevos.

Aquí puedes escuchar la canción:

Todo cambió con Jesucristo

“Él hace nuevas todas las cosas” (Ap 21,5)
“Un cielo nuevo y una tierra nueva” (Ap 21,1). 

Si se utiliza un odre viejo, al fermentar el vino, el odre se revienta.
Jesús no utilizó odres viejos (los fariseos y escribas,...)
para su vino (su Palabra). 


Él da inicio a un nuevo sacerdocio y para ello no busca a los sacerdotes de la Antigua Alianza; escoge a nuevos hombres para su nueva Ciudad Santa, su nueva Jerusalén bajada del cielo, su Esposa: la Iglesia (Ap 21,2). 

“Hay que echar el vino nuevo en odres nuevos..." (Mt 9,17), y para desempeñar este importante rol dentro de la Iglesia naciente, Jesucristo elige y envía a los Doce Apóstoles (Jn 20,21); quienes, más adelante, atendiendo las necesidades generadas por la propagación del Evangelio, los instituye sacerdotes en la Última Cena, luego ellos instituyen presbíteros en todas las comunidades (Hch 14,23; Tit 1,5; 2Tim 1,6-14), encargados de administrar los sacramentos también yendo a los hogares (Stgo 5,14).


Respecto al celibato:
Los Apóstoles tenían esposa e hijos, pero lo dejaron todo para seguir a Cristo. Pedro lo confiesa en Mc 10,28: “Señor, nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”.

El celibato también está en la Biblia y es un don entregado por Dios a quienes Él llama (Mt 19,10-12); no es un mandato, pero sí podemos ver que Pablo lo recomienda porque él mismo es uno de ellos que ha escogido vivir célibe (1Cor 7,6-9). Para ejercer el ministerio es sumamente útil y favorable que sacerdotes y consagrados le entreguen totalmente su amor a Jesucristo y tengan disponibilidad plena para atender al pueblo de Dios (1Cor 7,32-35). Nótese en este pasaje bíblico la evidencia de la vocación a la virginidad para dedicarse a servirle expresamente al Señor. Dejarlo todo por seguir a Cristo es siempre la mejor empresa que un humano puede emprender. 

Jesucristo es fiel, tiene todo el poder y esto fue lo que le prometió a Pedro que andaba preocupado por haberlo dejado todo para seguirle: “En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna. Entonces muchos que ahora son primeros serán últimos, y los que son ahora últimos serán primeros.” (Mc 10,29-31)

En Mt 13,46 también dijo el Señor: ”Si llega a sus manos una perla de gran valor, se va, vende cuanto tiene y la compra”.

Algunos, muy desinformados, al leer 1Tim 4,1-3 dicen: «Ya ves. El prohibir casarse es doctrina diabólica». Esto es falso, porque allí de lo que se está hablando no es del celibato. Allí se está refiriendo a doctrinas que existían en aquel tiempo en que algunos grupos, como los maniqueos, pensaban que todo lo relacionado con el cuerpo era malo. Por eso para ellos era malo el casarse. Es una condenación hacia esos grupos y su doctrina.

En la Iglesia católica el celibato es mandado por la Tradición y el Magisterio; y lo manda porque las Escrituras así lo validan y porque Ella misma ha recibido personalmente de Jesucristo el poder y la autoridad para decidirlo (Mt 16,18-19; 18,18; Jn 20,23).

Muchos son los casos de pastores casados que descuidan a sus hijos y a su propia familia por atender el ministerio y viceversa.

1 comentario:

  1. P. Hector que cancion tan linda. Muy ritmica, melodiosa y llena de ternura con su gran voz...

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