martes, 21 de agosto de 2012

ORACIÓN POR EL AÑO MUNDIAL DE LA FE



Que en este Año de la Fe sea el Espíritu Santo el motor y la fuerza que dirija nuestros pasos para que no se conviertan en una celebración más, tenga trascendencia en nuestras vidas y demos frutos en una renovación en la fe.

Que nuestra presencia sea testimonio de vida de esa sal que renueva la presencia de Dios en el mundo que da sabor, alegría y vida.

Que seamos presencia auténtica y busquemos nuestra santidad 
y la de los demás.

Señor, que como la samaritana, 
sintamos la necesidad de estar contigo 
e invitar a otros a buscar el agua viva 
que mana de la fuente que eres tú.

Renueva, Señor, el gusto de deleitarnos de tu Palabra y regálanos la gracia de saborearla para que se haga vida en nosotros.

Que María nos lleve hacia Dios, 
a redescubrir que eres el camino de salvación 
y al profesar con  nuestra fe 
demostremos con nuestra vida que eres el Dios de amor.

Señor Jesús, ilumina nuestra mente 
para que podamos descubrir nuevos caminos que nos lleven al estudio del Catecismo de la Iglesia Católica, obtengamos una vivencia de la liturgia, sacramentos, oración y así logremos el verdadero encuentro con Cristo que vive en la Iglesia.

Por las familias, para que sientan la necesidad de buscarte como el centro de sus vidas. Bendícelos, Señor y auméntales su fe.

Por su santidad, Benedicto XVI, los obispos, sacerdotes, almas consagradas y laicos comprometidos para que fieles a la misión  y con la ayuda de tu gracia sepamos responder con fidelidad a la fe en las pruebas y dificultades que se nos presentan.

Dios Padre, ayúdanos a profesar la fe en la Trinidad, creer que Tú eres amor y plasmar la Palabra de Dios que transforma el corazón. 

Haznos como la samaritana para extraer nuevamente del pozo el agua que nos da la vida acercándonos a Jesús, en su Palabra y en la Eucaristía, sustento para nuestras vidas.

Te damos gracias Señor, por los 50 años del Concilio Vaticano II, que vino a traer la renovación que la Iglesia necesitaba. Que sus enseñanzas sigan dando luz y vida para la Iglesia, que ha revelado en plenitud el amor que salva y llama a los hombres a la conversión de los pecados.

Espíritu Santo, llena nuestros corazones de amor, para que nos impulse a evangelizar y llevar tu Palabra a todos los pueblos de la tierra haciéndonos fecundos, para que nuestro testimonio sea luz que brille a los otros  y sean tus discípulos.

Enséñanos a entender que la fe es decidirse a estar junto a ti, dándonos la gracia para vivir en comunión contigo.

En este Año de la Fe ayúdanos 
a redescubrir las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica, 
como instrumento de apoyo para la fe.

Que no desfallezcamos en el crecimiento y en el testimonio de vida. Ayúdanos a mantener nuestra mirada en ti, que inició y completa nuestra fe en el camino para llegar de modo definitivo a la salvación.

Queremos darte gracias porque por la fe podemos reconocer en quienes nos piden nuestro amor, el rostro de Cristo resucitado, que nos compromete  a cada uno a convertirnos en 
un signo vivo de su presencia en el mundo.

Haznos testigos de la fe. Amén.

(Esta oración fue elaborada por las 
religiosas consagradas de diversos
institutos y congregaciones religiosas en 
Retiros Espirituales realizados en la
Casa Cristo Rey, Aldea Pericos, Edo. Táchira. 
18 de Agosto de 2012).

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