GUÍA BÍBLICA PARA RECIBIR A JESUCRISTO
Un regalo que CAMBIARÁ tu vida...
<<Etíope>>
(IV Edición)
Útil para unir a los cristianos
y aclarar tus dudas en la fe católica...
CONOCE TU FE,
ASÍ PODRÁS CONOCER Y AMAR A JESUCRISTO
Nadie logra amar a quien no conoce bien.
Elaborada por: Padre HÉCTOR PERNÍA, sdb (Mfd)
Marzo - 2012
HERMANOS ESPERADOS,
… no es que los Católicos
están en un camino equivocado;
es que muchos están desinformados.
HERMANOS CATÓLICOS,
… no es que los Hermanos Esperados
están muy preparados;
es que están muy mal informados.
AVERÍGUALO…, Y LO COMPROBARÁS…!
(Diálogo inspirado en el encuentro
entre el Etíope y Felipe en Hch 8, 26
ETÍOPE: Yo tengo un tío que siempre dice:
“YO ME CONFIESO DIRECTAMENTE CON DIOS”. ¿Qué
piensas sobre eso?
FELIPE: Aquellas personas que
acostumbran a decir: “Yo me confieso
directamente con Dios” deben tener mucha prudencia, pues están procediendo
a cuenta propia con un poco de soberbia y rebeldía; incluso están poniendo en
riesgo la salvación de su alma por despreciar la oportunidad y la gracia de
este sacramento. Además, quien ataca el sacramento de la confesión empleando Jer 17,5, manipula la
Biblia y actúa temerariamente contra Dios, pues anula y elimina tanto lo
relatado en Mt 18,18 y
lo señalado en Stgo 5,16. Para
llegar a ser auténticos discípulos de Jesucristo toda persona tiene que estar
dispuesta a renunciar a su manera humana de ver las cosas para adquirir la
manera de pensar de Dios (2Cor
5,18-20).
ETÍOPE: Todo sería más sencillo si
hiciéramos lo que Jesucristo dijo que se hiciera.
FELIPE: Bastaría que fuésemos discípulos
suyos. Cuando no se cree en el Sacramento de la Confesión es porque aún no
hemos aceptado plena y verdaderamente a Jesucristo. La Biblia
enseña en Lev 5,25-26 que cada uno debe hacer expiación de sus pecados ante
el sacerdote, quien a su vez hará la debida expiación por nosotros ante Dios y
nos serán perdonados nuestros pecados. Este
ministerio de los sacerdotes del Antiguo Testamento no fue eliminado ni anulado
por Jesucristo, al contrario; Él mismo lo asumió y haciendo uso de su poder les
dio a sus Apóstoles la autoridad de perdonar los pecados en su nombre. Sopló
sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo: a quienes descarguen de
sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.” (Jn 20,22-23).
Muchos utilizan como pretexto decir que no se confiesan con pecadores.
Veamos lo que dice Hb 5,1-6: “Todo sumo sacerdote es tomado de entre los
hombres, y los representa en las cosas de Dios; por eso ofrece dones y
sacrificios por el pecado. Es capaz de comprender a los ignorantes y a los
extraviados, pues también lleva el peso de su propia debilidad; por esta razón
debe ofrecer sacrificios por sus propios pecados al igual que por los del
pueblo”. En este pasaje el Señor
nos invita a acercarnos con confianza al sacerdote sin temor a ser rechazados o
a no ser comprendidos, ya que por su misma condición humana y su debilidad está
en condiciones de comprender a los ignorantes y a los extraviados.
ETÍOPE: Yo no entiendo entonces por qué muchos dicen que
no se confiesan con un hombre tan pecador como ellos y luego van a contarle sus
asuntos personales y hasta pagan dinero para que siquiatras y psicólogos los
escuchen y les orienten en sus problemas. ¿Ellos nunca pecan? Ah, y por cierto;
¿qué hay de los que van y lo hacen con brujos, santeros y espiritistas y pagan,
además, elevadas sumas de dinero por eso? ¿Cuántas personas en medio del efecto
de bebidas alcohólicas cuentan todo a los demás sin medir lo que dicen ni quien
los está escuchando?
FELIPE: El sacerdote no cobra dinero a nadie por escucharles
y puede darles a las personas algo que ningún siquiatra o psicólogo, o ningún
santero, espiritista o brujo les puede ofrecer. Esto es: dar la absolución de sus
pecados, ganar las almas para Cristo.
ETÍOPE: ¿NO ES SUFICIENTE CON QUE UNO SE
ARREPIENTA DE LOS PECADOS?
FELIPE:
No basta con arrepentirse, la Palabra de Dios dispone en Hch 19,18-19 que, además de arrepentirnos, debemos confesar
los pecados.
ETÍOPE:
Felipe, me imagino que llevar guardado el pecado por dentro sin confesarlo es
algo parecido a tener dentro de los órganos un fuego que está ardiendo
produciendo dolor y se calma sólo cuando sale del cuerpo.
FELIPE:
Has entendido bien, amigo. Así mismo, el salmista dice: “Hasta que no confesaba mis pecados, se consumían mis huesos,
gimiendo todo el día…” (Sal 31,3-5). Por su parte, el hijo pródigo, estando lejos,
ya se había arrepentido; sin embargo en su alma sentía el vacío y el dolor del
pecado cometido, que sólo logró calmar al recibir el abrazo, el reconocimiento
y el perdón de su padre (Lc 15,20-24). Ese abrazo
simboliza el trato de perdón que el sacerdote da a quien se confiesa y la
absolución representa la decisión que toma Dios Padre de dejar atrás la página
del error cometido y hacer todo nuevo; es por esto que la paz vuelve al
corazón.
NOTA: Recomiendo ver este video para ampliar el tema:
Confesarme con un hombre: ¿Está en la Biblia?
Padre Loring: Confesión.
http://www.youtube.com/watch?v=uJDvkgJTQTE&feature=related
SIGUE BAJANDO.....
Y VISITA CUALQUIERA DE LOS DEMÁS TEMAS DE LA
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