GUÍA BÍBLICA PARA RECIBIR A JESUCRISTO
Un regalo que CAMBIARÁ tu vida...
<<Etíope>>
(IV Edición)
Útil para unir a los cristianos
y aclarar tus dudas en la fe católica...
CONOCE TU FE,
ASÍ PODRÁS CONOCER Y AMAR A JESUCRISTO
Nadie logra amar a quien no conoce bien.
Elaborada por: Padre HÉCTOR PERNÍA, sdb (Mfd)
Marzo - 2012
HERMANOS ESPERADOS,
… no es que los Católicos
están en un camino equivocado;
es que muchos están desinformados.
HERMANOS CATÓLICOS,
… no es que los Hermanos Esperados
están muy preparados;
es que están muy mal informados.
AVERÍGUALO…, Y LO COMPROBARÁS…!
Diálogo inspirado en el encuentro entre
el Etíope y Felipe en Hch 8, 26-40
ETÍOPE: ¿Cómo es eso, Felipe? Suena muy
interesante. Explícamelo, por favor.
FELIPE: El bautismo cristiano no es el
bautismo de Juan el Bautista, el cual sólo se hacía dentro de las aguas del río
Jordán. Si tomamos al pie de la letra el bautismo de Juan significaría que el
único bautismo válido es el realizado en el río Jordán y con adultos.
ETÍOPE: Uff… pero eso queda muy lejos…!
¿Y quién podría ir para allá si los pasajes están tan caros? Y a mí me dejarían
por fuera, pues apenas soy un niño.
FELIPE: Tranquilo, Etíope; no tienes de
qué preocuparte. Los cristianos ya no seguimos ese bautismo que era sólo en
agua y un símbolo externo de conversión y Jesús participó de él solamente como
un acto de anonadamiento; es decir, sin ser pecador “se sometió voluntariamente al Bautismo de Juan, destinado a los
pecadores, “para cumplir toda justicia”[1] (Mt 3,15). El nuestro es un
bautismo en el Espíritu Santo, es nuevo (Hch 11,16); y es un
bautismo instituido por el mismo Jesucristo: “Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan, pues,
y consíganme discípulos de todas las naciones. Bautícenlos en el Nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo
les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin
de la historia” (Mt 28,18-20). Siguiendo fielmente el mandato de Jesucristo, en el año 70 d.
C, la Didajé[2]
estableció que todo bautismo se debía hacer diciendo las palabras: “en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo”. Advertimos ante el hecho de que en
muchísimos bautizos de grupos protestantes los pastores no obedecen esta
fórmula sino que inventan otras frases de su propia elaboración; como ésta por
ejemplo: “yo te bautizo en el nombre de
Jesucristo para el perdón de todos tus pecados”.
ETÍOPE: Eso es verdad, Felipe. Hace unos días cuando
fui con mi abuela al culto evangélico estaban bautizando a varias personas. Y
esas fueron las palabras que el pastor utilizó.
FELIPE: La Biblia nos da prueba de la
transición del bautismo de Juan al de Jesucristo (Jn 1,30-33). Veamos un caso: unos doce hombres que ya habían
sido bautizados por Juan, se hicieron bautizar después por Pablo (Hch 19,4-7); ni
siquiera habían oído hablar del Espíritu Santo.
El error de muchos grupos
evangélicos está en considerar que el bautismo es sólo para perdonar pecados y
olvidan lo que respecto a este Sacramento está escrito en las Sagradas
Escrituras y que el Catecismo de la Iglesia Católica se lo recuerda:
“El Bautismo no solamente purifica de todos los pecados, hace
también del recién bautizado "una nueva creación" (2Co 5,17), un hijo adoptivo de Dios (Ga 4,5-7) que se ha hecho "partícipe de
la naturaleza divina" (2P
1,4), miembro
de Cristo (1Co
6,15; 12,27),
coheredero con Él (Rm
8,17)
y templo del Espíritu Santo (1Co
6,19).”[3]
ETÍOPE: Como dicen por ahí, Felipe. “Más claro no
canta un gallo”.
FELIPE:
Eso no es nada, amigo Etíope. Escucha esto que dice el Catecismo de la Iglesia
Católica:
“La
Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de
Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento”[4].
Yo diría que si priváramos a los niños del
Bautismo seguramente Jesucristo nuevamente se indignaría para reclamarnos
diciendo: “Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan,
porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. En verdad
les digo: quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.” (Mc 10,14; Lc 18,16).
[1] CIC,
1224.
[2] Didajé es una expresión
griega que significa <<enseñanza>>. Se refiere a un documento
llamado <<Instrucción del Señor a los gentiles por medio de los doce
Apóstoles>> o también <<Instrucciones de los Apóstoles>>. En
un primer momento los Apóstoles se dedicaron anunciar las enseñanzas del
Maestro Jesús como Evangelio (Kerigma), es decir como Buena Noticia; pero muy
pronto, debido, tanto a las inquietudes y necesidades de las primeras
comunidades cristianas, como a la expansión del Evangelio, empezaron a dictar
normas morales, litúrgicas y de la organización de la Iglesia. Su composición es casi contemporánea a algunos libros del Nuevo
Testamento, pues data en torno al año 70 d. C.
[3] CIC,
1265.
[4] Cf
CIC can. 867; CCEO, can. 681; 686,1.
SIGUE BAJANDO.....
Y VISITA CUALQUIERA DE LOS DEMÁS TEMAS DE LA
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